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Charo Guijarro |
En el ámbito digital la censura adquiere unas características propias de su naturaleza. Por un lado está la censura de las propias compañías propietarias de las redes que con la excusa de la "protección al menor" (como si los menores no tuvieran un acceso ilimitado a la pornografía en internet) tratan de imponer unas normas basadas en estrategias empresariales o incluso, en algunos casos, políticas. Por otra parte, es el propio usuario el que en ocasiones, se vuelca en contra de un comentario que considera ofensivo para su comunidad o contrario a su ideología, lo que en muchas ocasiones supone que los artistas vean coartada su libertad de expresión para evitar que legiones de trolls ataquen sus cuentas.
Lo cierto es que la mayoría de la censura que se sucede en Facebook e Instagram suele corresponder a imágenes de desnudo explícitos, la cuál se justifica normalmente por el acceso que los menores tienen a esas redes. Sin embargo, el debate se produce cuando esas imágenes corresponden a obras de arte y la idoneidad de que los menores accedan a representaciones de desnudos.

Un claro ejemplo lo vivimos hace unas semanas cuando Facebook decidió censurar una imagen de la Venus de Willendorf. La imagen fue subida a la red social por Laura Ghianda, quien se define a si misma como artivista, y fue borrada por ser considerada un "contenido inapropiado".
La Venus de Willendorf, una joya del arte paleolítico y uno de los descubrimientos arqueológicos más famosos de la historia, tiene unos 29.500 años de antigüedad y con sus apenas 11cm de alto es la obra maestra de la colección del Museo de Historia Natural de Viena.
Finalmente la red social reconoció el error, pidió disculpas y aseguró que aunque no permiten desnudos, hacen una excepción con las esculturas. Pero ¿acaso la pintura, el dibujo, la fotografía o el vídeo no son técnicas artísticas tan válidas como la escultura?
También el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español, situado en Valladolid, ha sido víctima de la censura de Facebook al mostrar en su cuenta de la red social una imagen del fotógrafo francés Willy Ronis titulada Desnudo con punto a rayas y en la que se mostraban los pechos de una mujer. El propio museo declaraba que "de momento los algoritmos de Facebook no saben distinguir contenido inapropiado de una obra de arte".
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Willy Ronis, Desnudo con punto a rayas, 1970 |
Por todo esto, en Why On White queremos abrir el debate sobre la idoneidad de censurar obras de arte, sea por el motivo que sea. Para ello vamos a mostrar obras que en su día fueron prohibidas por su contenido "inadecuado" por parte de Facebook, Instagram u otras redes sociales y páginas web. Además, os invitamos a participar del debate dejándonos vuestros comentarios en el artículo y que compartáis con nosotros las imágenes que en algún momento Facebook os censuró.
Comenzamos el recorrido con dos obras de David Trullo. 'Claws' del 2013 y 'Cupid' del 2012, ambas censuradas por Facebook. Sin embargo, de la segunda, existe una imagen subida por el artista en su Instagram sobre "Queer cabinet", la exposición de Trullo en el Museo de Artes Decorativas.
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David Trullo 'Claws' 2013 |
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David Trullo, 'Cupid' 2012 |
Un caso curioso fue el de Cesar Lacalle, fotógrafo poco acostumbrado a levantar polémicas, que al subir a la red una instantánea de una de sus visitas a la Fundación Helmut Newton fue inmediatamente censurada por no ajustarse a las "normas de la red" lo que además le valió a Lacalle el no poder publicar nada durante 24 horas.
Otro caso curioso es el de Hönevo, artista y director del Bionic Festival. Hönevo nos explica que la primera vez que lanzaron una campaña dirigida a bailarines para la convocatoria del Bionic Festival, Facebook la censuró con el siguiente mensaje "Tu anuncio no se aprobó porque no cumple nuestras políticas de publicidad, ya que incluye una imagen que muestra demasiada piel o contenido sugerente. Facebook no permite utilizar imágenes que muestren a personas en posturas explícitas o sugerentes ni imágenes que muestren desnudos o escote, aunque sea con fines artísticos o educativos".
Muchos conoceréis la obra de Jose Antonio Vallejo, un dibujante cuyo trabajo gira en torno a las diferentes personalidades que conviven en su mundo interior. Sin embargo, para una vez que decidió subir un autorretrato, en forma de fotografía, fue censurado.
Pero si hablamos de un artista censurado en redes, tenemos que hablar del fotógrafo afincado en Barcelona Aurelio Monge. Que está habituado a ello ya que la mayoría de sus obras son desnudos masculinos con una fuerte inspiración barroca.
Las censuras y bloqueos a Aurelio Monge son continuadas y en los últimos días ha vuelto a ser suspendido por una nueva imagen que muestra "demasiada piel".
Pero no penséis que solo Facebook e Instagram censuran. Una de las imágenes más reconocibles de David Catá fue corregida en una red social rusa. No sabemos exactamente lo que significa el texto, pero al parecer es un aviso de un contenido sensible. Esto demuestra que no es desnudo todo lo que se censura.
¿Pezones femeninos?
Una debate especial merece el caso de los desnudos femeninos. Mientras los pezones masculinos se pueden mostrar sin ninguna problema, los pezones femeninos son inmediatamente eliminados de la red. Ese es el caso, por ejemplo, de la fotógrafa Irene Cruz, de la que por cierto os hemos hablado en varias ocasiones.
Cualquiera de nosotros coincidiría en que las imágenes de Irene mezclan ingenuidad y belleza a partes iguales. Son imágenes que parecen sacadas de un cuento de hadas en las que la protagonista es una niña que se adentra en un bosque encantado. No lo considera así, sin embargo, Facebook que decidió rechazar estas imágenes de Irene y clausurar su cuenta hasta en tres ocasiones.
Tampoco se libra de la censura Charo Guijarro. La propia artista nos comenta que los motivos que le comunicaron eran el incumplimiento de las normas comunitarias, las cuales limitan, entre otras, aquellas imágenes abusivas o que causen daño. En palabras de la artista: "ósea, unas normas que acabamos haciendo nuestras a cambio simplemente de seguir en una red social donde la desigualdad campa a sus anchas".
Un ejemplo un tanto extremo es esta imagen que Leila Amat compartíó en Facebook e Instagram a la que previamente ella misma había corregido pixelando los pechos y el sexo. A pesar de esa intervención, ambas redes consideraron que la imagen era demasiado explicita y acabaron censurando su publicación. Aquí os dejamos la versión original.
La fotógrafa Bárbara Traver trabaja en torno al tema de la intimidad, como ella misma explica "no lo llevo nunca a una mirada sexual, esa no es mi intención. Es lo invisible (o lo visible) de la cotidianidad, lo intimo e introspectivo...". Sin embargo, eso no ha evitado que sus fotografías sean eliminadas en repetidas ocasiones y su cuenta personal bloqueada.
Estas son solo algunas de las muchas obras que cada día son eliminadas de nuestras redes. Ahora nos gustaría que fuerais vosotros los que nos dejarais vuestro comentarios sobre el acierto de incluir estas obras en espacios digitales abiertos. Y si alguna vez han eliminado alguna de vuestras publicaciones, contádnoslo y sentiros libres de compartir la imagen que os eliminaron. Aquí, no os vamos a censurar.
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